jueves, 8 de enero de 2009
Panzer.
Que bonitos son los coleccionables que invaden los quioscos en determinadas épocas del año, esos fascículos que nunca se acaban y que traen chuminadas varias para montar mil cosas que luego no sirven para nada, esas colecciones que tanta gente empieza pero que casi nadie acaba. Las hay de todo tipo: de casa de muñecas, de muestras de perfumes, de relojes de época, etc... de lo más extraño o frikie vamos...
La última que he visto anunciada es la de Panzer, carros de guerra o tanques alemanes que lucharon durante la segunda Guerra Mundial. Para los apasionados a los conflictos bélicos y a las armas de época y tal, quizá esté muy bien, pero nada más verla, a mí personalmente, me ha parecido un poco frívola. Coleccionar reproducciones en miniatura de maquinas de matar que de hecho mataron y destruyeron, y mucho, es cuanto menos curioso. Podrían sacar en los próximos años, siguiendo la línea, bombas a escala de las de Hiroshima con mini-detonaciones adicionales, o los aviones con ruiditos incluidos, que se estrellaron en las Torres Gemelas. No estaría mal,¿no?
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