Lamentable 2.

Seguimos con las críticas y hoy tocan los badenes, los famosos y malditos desniveles que abundan, al igual que en muchos municipios de Cataluña, en este nuestro gran pueblo Calafell. Es normal, y siempre han existido de forma más o menos controlada, estos rudimentarios limitadores de velocidad naturales, pues o frenabas o te cargabas el coche.
La verdad es que en los últimos años han ido proliferando y evolucionando hasta convertirse en auténticas plataformas, casi casi independientes a la calzada, en las que en ocasiones la altura supera lo lógico para que un coche ordinario pueda superarlo sin problemas, hasta el punto que muchas veces, si te pasas un poco apretando el acelerador, el topetazo en los bajos del coche es irremediable, además de entorpecer éstos enormemente el tráfico, ya de por sí lento, sobre todo en verano, de las vías de Calafell.
La cuestión es que se pusieron de moda los badenes estos de los que hablo y el Consistori empezó a meter badenes como churros en todos lados, con el consiguiente y lógico enfado del Respetabilisimo. Y vuelvo a decir que me parecen, con su correcta aplicación, en una medida eficacísima para regular la velocidad de los automóviles en vías de poblado. El problema ha llegado cuando los de Vía Pública se han vuelto locos, y no sólo literalmente, poniendo badenes (yo creo que si pudieran pondrían también en las aceras para los viandantes).
El otro día circulando por Calafell me sorprendió ver a una brigadilla, de ésas que se dedican a hacer los susodichos peñazos, en ambos sentidos de la palabra puede entenderse la frase, trabajando en un cruce, pero en vez de estar construyendo uno nuevo, estaban desmontando uno que hacía tan solo dos meses que estaba allí. Y es cuando me pregunté, después de cabrearme bastante, si en este pueblo sobra el dinero , dinero de todos no olvidemos, como para montar una cosa, sin pensar demasiado, y desmontarla a los dos meses, simplemente porque la planificación ha sido mala, escasa o sencillamente nula. Increíble pero cierto, pues dos calles más arriba otra cuadrilla de similares características hacía lo propio con otro montículo de alquitrán. Despilfarro, como si lo pagase el alcalde de su propio bolsillo el muy getas! Masldita sea... sólo falta que diga que lo que intenta, haciendo y deshaciendo estúpidamente, es dar trabajo y ptenciar así la maltrecha economía española a través de incentivar el empleo de sectores en crisis. Lástima que fuera una empresa privada, y no trabajase en ella gente del pueblo que está en paro, la que le sacaba al Ajuntament la pasta.
Váyanse por favor, ¡váyanse!