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Este blog pretende ser solamente un espacio donde poder contar cosas, un muro donde escribir ideas, un tablón donde colgar pensamientos. Cosas, ideas, y pensamientos de todo tipo, cosas, ideas, y pensamientos que me interesen y me llamen la atención, y hacerlo por supuesto a mi manera. Es posible que lo que se escriba no tenga mucho sentido e incluso en numerosas ocasiones sea estúpido, y no importa, cada cual es libre de leer o dejar de hacerlo si cree que no vale la pena. Es más, es ésa la verdadera intención. Más que contar el día a día de mi vida lo que quiero hacer es contar el día a día de mis inquietudes, contar todo aquello que antes hacía saber a mis amigos cuando nos veíamos y luego se convertía en tema de conversación y discusión, en debates apasionados. Ahora que no nos encontramos tan a menudo y no tenemos tales oportunidades, la opción de la Red y los blogs puede ayudar a que sigan existiendo tales. Espero que así sea.

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SI ENTRAS Y NO COMENTAS ES COMO SI NO ENTRARAS.
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martes, 13 de enero de 2009

La sopa boba.

Una de los comportamientos básicos y generalizados de todo buen Rodríguez es el de perder cualquier orden lógico en su habitual día a día, sobre todo en lo que hace referencia al tema de las comidas, la limpieza hogareña, y en su extremo más radical, incluso en la pérdida de la rutina higiénico-corporal.
Afortunadamente y gracias al aprendizaje de los años, sólo es el ritmo a la hora de ingerir alimentos lo que se me trastoca cuando quedo en estado de soledad temporal. La compensación estomacal a esas arritmias alimenticias viene dada por las más que constantes injertas de bocatas pakistanís, es decir, de durums. 
Así es, en los días en los que no quiero cocinar, por perrería o perrería, la dieta durumívora se convierte en la base de proteinas básica en mi dieta, y si de algo sé en esta vida es de durums. Los he probado en todos los países donde he estado e incluso en Turquía, la cuna de tan preciado manjar, pero si tengo que decir la verdad y al mismo tiempo hacer un pequeño homenaje al delicioso bocado, tengo que decir entonces que los que se comen en Calafell son los mejores de todos. Bien serviditos, con todo, picantes, y extra queso feta, sin punto de comparación. Gracias a ellos sobreviven tantos y tantos hombres que por razones varias quedan desamparados de la compañía femenina y su inestimable buen quehacer culinario.
La compañía de los pakis con su música freak y su decoración kitsch es el inmejorable marco en el que pedirse un par de mixtos, unas Estrellas, y chocar durum con durum, cual choque de manos a lo give me five, para dar las gracias a todos los dioses indios en señal de bendición. Buen provecho

1 comentario:

Anónimo dijo...

vaya pues los de calafell nunca los he probado y he probado bastantes! pero desde hace un tiempo no como carne para nada... los hacen sin carne en calafell, con algún otro sustituto??
eso de feta suena muy bien, ese queso me encanta!! y si estos durums son tan buenos como dices, traicionaré los principios por los cuales deje de comer el bistec y las aletas de pollo!!