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Este blog pretende ser solamente un espacio donde poder contar cosas, un muro donde escribir ideas, un tablón donde colgar pensamientos. Cosas, ideas, y pensamientos de todo tipo, cosas, ideas, y pensamientos que me interesen y me llamen la atención, y hacerlo por supuesto a mi manera. Es posible que lo que se escriba no tenga mucho sentido e incluso en numerosas ocasiones sea estúpido, y no importa, cada cual es libre de leer o dejar de hacerlo si cree que no vale la pena. Es más, es ésa la verdadera intención. Más que contar el día a día de mi vida lo que quiero hacer es contar el día a día de mis inquietudes, contar todo aquello que antes hacía saber a mis amigos cuando nos veíamos y luego se convertía en tema de conversación y discusión, en debates apasionados. Ahora que no nos encontramos tan a menudo y no tenemos tales oportunidades, la opción de la Red y los blogs puede ayudar a que sigan existiendo tales. Espero que así sea.

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SI ENTRAS Y NO COMENTAS ES COMO SI NO ENTRARAS.
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miércoles, 11 de noviembre de 2009

Maldita SGAE.

Hay que ver cómo está el mundo. Unos que curran como burros horas y horas todos los días, en una semiesclavitud real, y que no tienen ni para comer, y no me refiero sólo a no llegar a fin de mes, sino a no tener prácticamente nada para echarse a la boca, como sucede en muchos países fuera de occidente, y otros, que sin mover un dedo se inflan a más no poder, ya sea por que poseen el poder y lo utilizan a sus anchas o porque se aprovechan de aquellos que lo tienen. Tal injusticia es siempre denunciable y eso hacemos constantemente, denunciarlo, desde nuestra posición de privilegiados alzamos la voz, o por lo menos lo hacen nuestros gobiernos, pero luego no lo materializan en acciones o mejor dicho en soluciones viables paras acabar con tales situaciones.
Dejando un poco de lado estas cuestiones que suceden siempre, mientras dormimos, trabajamos o salimos a cenar, y que sólo se recuerdan cuando a algún periódico o medio de comunicación le da por volver a ponerla en la actualidad informativa, ya sea por que les interese, ya sea por que de alguna manera las cifras de hambrunos, de muertos, etc... haya aumentado tan drásticamente que no se pueda obviar, mientras todo esto sigue aconteciendo, decía, en nuestro país hay otros muchos que se aprovechan y se hinchan a sus anchas sin que nadie parezca que pueda hacer nada para evitarlo. No me refiero únicamente a la corrupción política y urbanística que tan de moda se ha puesto últimamente gracias a San Garzón, sino concretamente a una organización que supuestamente vela por los derechos de los cantantes pero que en realidad no es más que una máquina tragaperras enmasacarada en algo llamado copyright, hablo, por supuesto de la SGAE, la Sociedad General de Autores Españoles.
Tal organización, que se cuida de los derechos de autor de los cantantes españoles, no hace más que cobrar impuestos, casi casi revolucionarios. De eso viven y de eso, más bien dicho, por favor, se enriquecen. Se supone que si uno se compra el Cd de un artista debería tener el derecho de escucharlo como, donde, y con quien quiera, y si lo hace en un bar o en una boda es cosa suya, y si además, ese tema lo canta o lo interpreta otro señor, ¿porqué cojones se tiene que volver a pagar? Sinceramente pienso que nos estamos convirtiendo en una sociedad borreguera a la que se hace pagar por todo, autopistas, zona azul, roperos, comisiones, etc, que lo acepta sin rechistar sin ser, al parecer, capaz de protestar y rebelarse.
El colmo de la cuestión se produjo el otro día cuando un "espía" de la Sociedad, mientras paseaba por una calle de Cornellà o Hospitalet, no recuerdo exactamente el lugar del conflicto, advirtió que un peluquero, que con las puertas de su establecimiento abiertas de par en par mientras tomaba el fresco a la espera de su clientela, tenía la radio puesta a toda marcha y podía escucharse desde el exterior. Ni corto ni perezoso le advirtió de la pronta llegada de una denuncia, en nombre de la santa entidad a la que con tanta dedicación y pasión representaba, por utilizar de forma ilegal, pues no contribuye al diezmo que toca, la radio y la música que de ella aparecía. El pobre barbero, pues más bien el local tenía la típica pinta de los centros de estética capilar de los años '70, o escultor de cabelleras, que también podría ser calificado de esta manera, pues algunos lo son, unos auténticos artistas de los pelos, quedó tan sorprendido por tan surrealista aparición que no logró dar crédito a la extraña situación hasta que una semana después, efectivamente recibió la misiva impuesta. Intentó alegar que sus clientes iban básicamente a su establecimiento a arreglarse un poco los pelos, que no solían ir de hecho a escuchar la radio, pero de nada le sirvió una queja tan claramente insostenible.
Sin saber qué hacer, llamó a los medios para hacer eco de una noticia tan injusta, y después de consultar, no con la policía ni con su abogado, que seguro lo tiene, sino con su mujer, que de estas cosas quizá no sepa mucho pero sí de la vida en general y sobretodo de pormenores como el que aquí se trata, pragmáticamente le aconsejó que pagara lo que tocara y dejara las cosas como estaban, que mejor era así.
Desde aquí un olé por la señora, que bien sabe que estas cosas de la burocracia y los papeles nunca acaban por resolverse positivamente, pero me parece lamentable que nadie pueda hacer nada en una situación así. Por lo menos a partir de ahora podrá escuchar Radio Teletaxi tranquilamente siempre que quiera y con quien quiera.

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