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Este blog pretende ser solamente un espacio donde poder contar cosas, un muro donde escribir ideas, un tablón donde colgar pensamientos. Cosas, ideas, y pensamientos de todo tipo, cosas, ideas, y pensamientos que me interesen y me llamen la atención, y hacerlo por supuesto a mi manera. Es posible que lo que se escriba no tenga mucho sentido e incluso en numerosas ocasiones sea estúpido, y no importa, cada cual es libre de leer o dejar de hacerlo si cree que no vale la pena. Es más, es ésa la verdadera intención. Más que contar el día a día de mi vida lo que quiero hacer es contar el día a día de mis inquietudes, contar todo aquello que antes hacía saber a mis amigos cuando nos veíamos y luego se convertía en tema de conversación y discusión, en debates apasionados. Ahora que no nos encontramos tan a menudo y no tenemos tales oportunidades, la opción de la Red y los blogs puede ayudar a que sigan existiendo tales. Espero que así sea.

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SI ENTRAS Y NO COMENTAS ES COMO SI NO ENTRARAS.
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martes, 3 de noviembre de 2009

Caín.

Sigue el gran José Saramago, a sus ya muy largos noventa y tantos años, obsequiándonos, sobre todo a los que fervientemente lo seguimos y admiramos desde hace tiempo, con entregas literarias como siempre magistrales, aunque, todo sea dicho, cada vez más parcas y escuetas. Y es que el hombre, pese a tener una tranquila vida en las islas afortunadas, en Lanzarote concretamente, donde reside desde que en Portugal quisieron prohibirle El Evangelio según Jesucristo y se exilió voluntariamente, no deja de sufrir los achaques propios de la vejez. Parece que se esté apagando, se hace ya muy mayor, y aunque bien lúcida sigue teniendo su cabeza, la característica prolífica propia de sus escritos anteriores se ha ido reduciendo bastante en sus últimos trabajos.
Aún así, la calidad de su último libro, Caín, con el que vuelve a tocar el tema divino, y de qué manera, no tiene nada que envidiar a otros de sus títulos.
Constituye un refrescante chapuzón en la historia de los primeros personajes bíblicos, lleno de críticas a las religiones y a aquellos que son capaces de matar y utilizar su nombre para ello, a la religión judaica y posteriormente a la cristiana, que más a fondo tocó ya en su día en el Evangelio, y representa también un ataque frontal hacia los judíos de hoy en día, que no se libran de una, también a todos aquellos fundamentalistas, indistintamente de si se arrodillan o se santiguan, que hoy en día ensombrecen el mundo con su presencia y sus actos, y sobre todo un ataque directo y sincero hacia Dios, pues Saramago es un declarado ateo.
Un libro por tanto 100% recomendable y sin ningún desperdicio que lastimosamente se lee muy rápido, pero mientras dura se disfruta y hasta se echan unas buenas risas con el bueno de Don José. Para muestra un botón:
"El señor le dijo a abraham, Llévate a tu hijo isaac, a quien tanto quieres, y me lo ofreces en sacrificio sobre uno de los montes que te indicaré. El lector ha leído bien, el señor ordenó a abrham que le sacrificase al propio hijo, con la mayor simplicidad lo hizo, como quien pide un vaso de agua cuando se tiene sed, lo que significa que era costmbre suya, y muy arraigada. Lo lógico, lo natural, lo simple, hubiera sido que abraham mandara al señor a la mierda, pero no fue así. (...) Al tercer día de viaje, abraham vio de lejos el sitio señalado. Les dijo entonces a los criados, Quedaos aquí con el burro que yo voy hasta arriba con el niño para adorar al señor y después regresaremos hasta donde estáis. Es decir, además de ser tan hijo de puta como el señor, abraham era un refinado mentiroso, dispuesto a engañar a cualquiera con su lengua bífida, que, en este caso, según el diccionario privado del narrador de esta historia, significa traicionera, pérfida, alevosa, deleal, y otras lindezas semejantes."

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