jueves, 19 de febrero de 2009
Jamacuco.
Hacía tiempo que no me sucedía. Un jamacuco, un tabardillo, una blanca, un bajón o como quiera llamarse. Hoy, volviendo en el tren, de repente y sin venir a cuento prácticamente, pues me he encontrado bien todo el día, he empezado a sentirme fatal en el tren. Náuseas, mareos, sudor frío, flojera, dificultad para respirar y agobio.
He pasado la peor hora de mi vida, el tren no llegaba nunca, es más, iba más despacio que normalmente, había más gente que habitualmente y no paraban de hablar y de molestar, por lo que he tenido que meterme en el espacio entre vagones para aliviarme un poquitín ya que no sabía si vomitar o cagarme encima. Fatal la verdad. Creo que algo me ha sentado mal aunque al llegar a casa me han empezado a doler las piernas mogollón como si estuviese malo de verdad. ¡Vaya juventud!... que suele decir mi madre, estamos acabados.
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