Omertá.

Es escalofriante leer el libro de Roberto Saviano "Gomorra", uno de los muchos que existen sobre el tema de la mafia italiana pero quizá uno de los más realistas y mejor documentados, concretamente sobre la "Camorra" napolitana, porque por momentos lo que en el libro se cuenta parece no poder ser real.

Uno se pregunta mientras lee cómo es posible que exista una delincuencia organizada tan extendida, cómo es posible que impunemente se paseen ajustándose las cuentas los unos a los otros mientras todo un país vive "ajeno" a lo que a su alrdedor sucede, y sobre todo cómo es posible que nadie pueda hacer nada, ni el mismísimo Estado. La respuesta es sencilla: la mafia mueve, dinamiza y es al mismo tiempo una fuente económica de primer orden del país, teniendo además un control tan basto y poderoso que es capaz de colocar a elementos afines a sus intereses en puestos estratégicos de la política italiana, valga simplemente con mirar a Berlusconi, "un fascista vestido de Armani" según Saramago.

Alucina con el vídeo.

Obviamente nadie ve nada y escucha aún menos. La omertá, el silencio voluntario, es algo que, según los que de esto saben, se aprende tempranamente. Mientras se suceden los capítulos una sensación de irrealidad invade al lector e incluso por momentos se puede llegar a creer que lo que se cuenta está siendo exagerado para dar más bombo al libro. Pues nada más lejos de la crudísima realidad.
Ayer la policía italiana, ante la imposibilidad de dar con el protagonista del clip después de 5 meses de trabajo identificativo, difundió por primera vez en todos los informativos del país un vídeo en el que se aprecia el asesinato de un objetivo de la mafia a plena luz del día en un supermercado cualquiera. Las imágenes son impactantes y cruentas a más no poder pues no se contenta el sicario con pegarle un tiro sino que seguidamente le da el tiro de gracia ante algunos transeuntes que hacen prácticamente caso omiso a lo que sucede a dos pasos de ellos. Increíble la impunidad de la Camorra.